Jugarse la piel: Asimetrías ocultas en la vida cotidiana

Skin in the Game: Hidden Asymmetries in Daily Life (2018) Nassim Taleb

La traducción es literal, ya que “skin in the game” se refiere al hecho de tener algo que perder en un juego o una actividad. En este caso, Taleb utiliza la expresión para referirse a la idea de que las personas que tienen algo que perder en una situación son más propensas a tomar decisiones responsables.

La traducción también es efectiva, ya que transmite el significado del título de forma clara y concisa. El uso de la palabra “piel” es evocador y sugiere que las personas con algo que perder están comprometidas con la situación.

En conclusión, la traducción del título “Skin in the Game” al español es literal y efectiva. La traducción transmite el significado del título de forma clara y concisa, utilizando un lenguaje evocador.

En uno de sus libros más provocadores, el famoso pensador Nassim Nicholas Taleb redefine lo que significa comprender el mundo, tener éxito en una profesión, contribuir a una sociedad justa y equitativa, detectar el absurdo e influir en los demás. Citando ejemplos que van desde Hammurabi a Séneca, o del gigante Anteo a Donald Trump, Taleb demuestra cómo la voluntad de aceptar los propios riesgos es un atributo esencial de héroes, santos e individuos prósperos en todos los ámbitos de la sociedad.

Un desafío a las antiguas creencias sobre los valores de aquellos que dirigen las intervenciones militares, realizan inversiones financieras y difunden credos religiosos.

DOI: https://doi.org/10.15304/rips.19.2.7030

La vida es una cadena de circunstancias y hechos que, por un lado, tomamos
diariamente, independientemente del impacto que puede producirse en los
demás, sea positivo o negativo y, por otro, las que no podemos controlar porque dependen de las actitudes y acciones de los demás, que podemos tener influencias en las percepciones ajenas, pero no podemos tener un control total de sus pensamientos, porque el ser humano es una criatura compleja que tiene sus entresijos, sus
razones, sus percepciones sobre el mundo que lo rodea y conforma su realidad que
tiene que conjugarse con la realidad general. El autor explica en su libro que detrás
de todos los acontecimientos, acaecidos en la sociedad, en el mundo, los dirigen personas, colectivos minoritarios u otras personalidades que no tienen conocimiento
de la realidad, de lo que verdaderamente importa, no tienen en cuenta el factor de
la incertidumbre, que es un concepto muy discutido, sobre todo en economía, para
tratar de predecir posibles movimientos a nivel económico y/o empresarial, y que se
autodenominan como “expertos” en cualquier materia que tenga influencia, directa o
indirecta, con la sociedad y eso es algo peligroso, ya que unas pocas palabras de gente
con pocos conocimientos en ciertas materias, y sobre todo, sin tener una experiencia
previa en asumir cierto tipo de riesgos, puede conducir a todo un conjunto social a la
catástrofe, y a un colapso que sería muy difícil salir de una situación así.
El Estado del Bienestar es la premisa básica en la que se fundamenta la sociedad
actual, idea discutida tanto por Keynesianos como por los defensores del Libre Mercado. Esta idea se sustenta en la premisa de encontrar el bien para la comunidad, para
un colectivo en concreto, sin pensar en las consecuencias que esto puede acarrear en
otros colectivos adyacentes. La idea de “Colectivo” perjudica el progreso de los individuos. Tienen el derecho y el deber de progresar por ellos mismos, sin preocuparse
de lo que puedan pensar sus semejantes o los miembros de su mismo colectivo, ya
que son ellos los que asumen los riesgos para poder progresar y avanzar y, por consiguiente, los que obtienen los beneficios o las pérdidas, pero los asumen ellos mismos
por haber tomado sus decisiones de manera individual, ellos asumen, ellos pagan. La
prueba de que el colectivismo está ganando fuerza frente al individualismo está presente, hoy en día, en la conformación del Estado, en la idea de que las consecuencias
de los actos, de sus decisiones y de sus políticas públicas de los que se hacen llamar
“gobernantes” la tenemos que asumir entre todos como “ejercicio de responsabilidad” cuando esos hechos, esas decisiones las tomaron unos pocos, lo dice Taleb en su libro “es mejor repartir los riesgos, que asumirlos” y por ende las consecuencias que
puede traer consigo.
Otro de los ejes vertebradores que existen, en la actualidad, en las sociedades
modernas es: el gobierno de la minoría, los grupos minoritarios. Es decir, en las
democracias actuales, mediante un proceso electoral, se escoge a unos representantes
que se encargan de la gestión de lo público y de la toma de decisiones que influyen
en nuestras vidas diarias, en la de todos y cada uno de los miembros de la sociedad,
pero esa minoría que se encarga de esa gestión no tiene límites y puede llegar a ser
desproporcionada en muchas ocasiones. Taleb utiliza la Paradoja de Tolerancia de
Karl Popper para ejemplificar esta idea, que se resumen de la siguiente manera: si una
sociedad es ilimitadamente tolerante, su capacidad de serlo será reducida o mermada
por los intolerantes, es decir, siempre va a haber un mínimo grupo que consiga disminuir su nivel de tolerancia en la asunción de ciertos acontecimientos, hasta que ese
punto de inflexión se agote y acarree consecuencias nocivas para la sociedad.
La conformación de las organizaciones como pequeños grupos de poder hace
que la libertad individual se vea limitada y afectada ya que se ven supeditados a las
normas del grupo al que pertenecen y ejercen presiones para asumir riesgos que, si
fueran otras las circunstancias, no se asumirían. Un ejemplo que Taleb usa en su libro
es los empleados de una empresa, explicado de la siguiente manera: esos empleados,
durante unas cuantas horas al día y una duración determinada, dejan de ser ellos
mismos para supeditarse a las normas de la empresa en la que ejercen sus funciones, en este punto, menciona a Ronald Coase explicando la naturaleza de la empresa
como entidad que coordina a un número de personas que ejercen una capacidad
productiva, reduciendo los costes, y por ende, las externalidades negativas.
La vida es una asunción de riesgos constantes, sino fuera así nadie podría vivir.
Todas las decisiones que tomamos, sean buenas o malas, conllevan siempre esa asunción de riesgos, pero en algunos ámbitos y/o entidades esta idea no está muy bien
vista. Los errores nos ayudan a aprender y a adquirir experiencia vital, es innato en
el ser humano cometer errores, nadie es perfecto. Una persona que sufrió reveses y
dificultades siempre va a saber lo que es asumirlos lo que se experimenta y sobre todo
saber encontrar la solución del problema que se nos presenté, sin embargo, la persona
que tuvo el camino fácil y que no tuve que enfrentarse a problemas que le pudieran
generar un dilema de saber qué dirección tomar o no, es muchas más difícil que sepa
solucionar cualquier tipo de problema, sea cual sea.
Otros términos que analiza Taleb (desigualdad, fragilidad y envidia) engloban
una serie de características del ser humano, que dependiendo de las circunstancias
puede ser nocivo. Todos estos conceptos provienen de la sociedad, de la potenciación
de las relaciones sociales, que consciente o inconscientemente, salen a la luz y pueden
llegar a hacer mucho daño, tanto individual como colectivamente, pero es algo que
no se puede combatir para eliminarlo porque siempre va a permanecer entre nosotros, lo único que se puede hacer es que sus consecuencias negativas se reduzcan lo
más posible.
La colectivización de los problemas sociales puede, en un principio, ayudar a
combatir la problemática que denuncian, pero con el paso del tiempo, ese colectivo
se convierte en un grupo lobby de poder más y, por lo tanto, es inofensivo a la intervención de otros grupos con mucho más poder para usarlo a su favor, convirtiéndolo
en un círculo vicioso del que es imposible salir, ya que el sentido primario de ese
colectivo intervenido pierde su significado, y pasa a ser una pieza más para el Estado,
para poder usarlo a su antojo, creando una dependencia que no es posible abandonar
porque todos salen perdiendo, menos el Estado, ya que es el única entidad que no
asume riesgos, al contrario se lleva todos los beneficios.
Hay otro tema que produce “asimetrías” en la vida de las personas, en este caso,
Taleb habla de la religión. Para unos esta es la base de la moral y de la ética humana,
es decir, contiene las reglas básicas que predefinen ciertos comportamientos, no sólo
con uno mismo, sino también en las relaciones diarias. Para otros, la religión es el
propio marco legal de un país, no sólo determina una base moral y ética sino también
una forma de vida y de entendimiento de la propia existencia humana, es decir, construyen su vida alrededor de esas reglas que si te sales de ellas podría tener consecuencias nocivas para uno y para los demás. Asumir riesgos ayuda a progresar, a elegir un
camino hacia un objetivo claro, el problema está cuando tienes que enfrentarte a las
consecuencias, positivas o negativas, de tus acciones con su asunción de riesgos, no
sólo afecta a uno mismo, sino que puede tener efecto en los demás dependiendo de
la dimensión de las acciones. Es un libro que provoca una reflexión muy profunda
e interna de los entresijos de la vida diaria y de detalles, que se dan por hecho y que
consideramos intangibles, para poder darles un tratamiento reflexivo a todos ellos.
Andrea María Martínez Damea – andreamaria.martinezdamea@gmail.com –
UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA (USC) – VIGO, ESPAÑA

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