Cuando nací en este mundo, solo sabía amar,
reír e irradiar mi luz intensamente.
Luego, a medida que crecía, me decían una y otra vez para, deja de reir:
“Tómate la vida en serio si quieres avanzar en este mundo”.
Entonces dejé de reír.
Entonces me dijeron: “Ten cuidado a quién amas si no quieres que se te rompa el corazón.”
Entonces dejé de amar.
Entonces me dijeron:
“No brilles tanto porque llamas la atención sobre ti .”
Entonces dejé de brillar.
Y me hice pequeña.
Me marchite.
Y morí,
para aprender después de la muerte,
que todo lo que importa en la vida,
¡es amar, reír e irradiar tu luz intensamente!
Anita Moorjani