Se trata de un resumen de una frase del discurso de Machado en la clausura del Congreso de Intelectuales por la Paz, en Valencia, en agosto de 1937, donde dijo: «Para nosotros, la cultura ni proviene de energía que se degrada al propagarse, ni es caudal que se aminore al repartirse; su defensa, obra será de actividad generosa que lleva implícitas las dos más hondas paradojas de la ética: sólo se pierde lo que se guarda, sólo se gana lo que se da.».