Estate, mi alma, tranquila y firme. La tierra y el cielo todavía observan aunque el tiempo se escurra del reloj y tu paso, que era seguro y rápido, se haya convertido en lento.
Así que, sé lenta si tienes que serlo, pero deja que el corazón interprete su verdad. Ama todavía como una vez amaste, profundamente y sin paciencia. Deja que Dios y el mundo sepan que estás agradecida. Ese es el regalo que te han dado.
Este pasaje pertenece a la obra “El Regalo” de Hafiz, un poeta y místico persa del siglo XIV.
Hafiz es conocido por su poesía lírica y espiritual, y sus versos a menudo exploran temas como el amor, la gratitud y la conexión con lo divino.
En este fragmento, Hafiz nos invita a encontrar la tranquilidad en la lentitud y a expresar nuestro amor y gratitud sin reservas.
Es un recordatorio poderoso de apreciar los regalos que la vida nos ofrece.