El documental “97% Owned”, dirigido por Michael O’Connell en 2012, ofrece una investigación exhaustiva sobre el sistema monetario y financiero del Reino Unido, con un enfoque en cómo se crea el dinero y sus implicaciones sociales. Presenta evidencia verificable a través de entrevistas con economistas, analistas y activistas, destacando que el 97% del dinero en circulación es digital y controlado por bancos privados, lo que genera desigualdad y crisis recurrentes. Narra una voz femenina que guía al espectador por conceptos complejos, cuestionando: ¿De dónde sale el dinero? ¿Quién lo crea? ¿Quién decide su uso? Y advierte que ignorar estos mecanismos perpetúa un ciclo de inestabilidad económica.Origen y Mecanismos de Creación del DineroEl dinero moderno surge principalmente de la deuda, no del trabajo ni de recursos físicos. Los bancos comerciales, no el Banco de Inglaterra, generan la mayoría del suministro monetario mediante préstamos: al otorgar un crédito, simplemente registran un depósito ficticio en la cuenta del prestatario, creando dinero “de la nada” sin respaldo en reservas previas. Este proceso, conocido como creación de crédito, implica que cada libra en circulación equivale a una libra de deuda, beneficiando exclusivamente a los bancos privados que capturan el seigniorage digital —el beneficio de emitir dinero sin costo—. Históricamente, en 1948, el 17% del dinero era físico (billetes y monedas), pero hoy representa menos del 3%, mientras que los bancos han generado 1,2 billones de libras en la misma década que el banco central produjo solo 18.000 millones mediante moneda dura.Los bancos no actúan como intermediarios neutrales, sino como creadores activos: extienden crédito comprando activos existentes (como bonos corporativos), lo que aumenta simultáneamente sus activos y los depósitos de la contraparte, inyectando liquidez al sistema. Esta dinámica explica por qué el ahorro masivo contrae la oferta monetaria, provocando recesiones, ya que el dinero solo existe mientras se genera deuda. El seigniorage tradicional —el gobierno acuña billetes por 4 peniques y los vende a bancos por 10 libras, reduciendo la carga fiscal— palidece ante el modelo digital, donde los bancos privados capturan ganancias ilimitadas sin esfuerzo.Rol de los Bancos Centrales y ReservasEl Banco de Inglaterra proporciona reservas electrónicas —equivalentes digitales a efectivo— a los bancos comerciales para que se paguen entre sí. Estas reservas se crean ex nihilo: un banco emite un bono (deuda gubernamental) al banco central, que acredita la cuenta correspondiente. Antes de la crisis de 2008, los bancos prestaban reservas entre sí con intereses si faltaban; ahora, con el quantitative easing, el banco central las regala, permitiendo a los bancos comerciales expandir préstamos sin límites reales. Estas reservas son “dinero real” para interbancario, pero el sistema colapsa si un banco carece de ellas para transacciones, como se vio en 2008 cuando los pagos se paralizaron.El control monetario reside en el banco central, que manipula reservas para influir en la oferta, pero los bancos privados deciden la distribución: priorizan préstamos especulativos (como hipotecas) sobre inversiones productivas (empresas pequeñas), inflando burbujas inmobiliarias y elevando precios de viviendas, lo que genera más deuda y ganancias para ellos.Contexto Histórico y Transición al FiatTras la Segunda Guerra Mundial, el Acuerdo de Bretton Woods (1944) estableció el patrón oro-dólar, con el FMI y el Banco Mundial supervisando economías globales para evitar colapsos. Sin embargo, EE.UU. infló su moneda para financiar Vietnam, lo que llevó a Francia a exigir oro de vuelta en 1971, terminando el patrón oro. Desde entonces, las monedas son fiat: su valor depende solo de la confianza, no de commodities, facilitando devaluaciones para equilibrar déficits comerciales —vender reservas para abaratar exportaciones y estimular demanda interna—.Esta flexibilidad genera “guerras de divisas”: países devalúan para ganar competitividad, pero crea desequilibrios. En naciones en desarrollo, la deuda externa actúa como neocolonialismo: el FMI impone austeridad y exportaciones para “pagar deudas”, cortando gasto público y estancando crecimiento, lo que destruye industrias locales y atrae corporaciones extranjeras para explotar recursos. Además, reduce impuestos a multinacionales, repatriando ganancias sin beneficio local.Fallos Sistémicos: Inflación, Burbujas y DesigualdadUn economía en crecimiento exige deuda creciente, pero el sistema prioriza especulación sobre producción. La inflación surge cuando la oferta monetaria crece más rápido que bienes y servicios —demasiado dinero persiguiendo pocos recursos—, devaluando cada unidad. Medidas como el IPC subestiman esto al excluir precios de viviendas, hipotecas y impuestos locales, mientras el RPI es más preciso pero ignorado. Préstamos bancarios inflan activos “seguros” como propiedades (con colateral fácil) versus negocios riesgosos, creando burbujas: ejemplos históricos incluyen la tulipomanía holandesa, donde especulación eleva precios de un bien hasta el colapso.Las crisis, como 2008, son manipuladas: bancos especulan con derivados (de 1 a 60 billones de dólares en swaps de incumplimiento crediticio entre 2003-2008), asumiendo riesgos insostenibles bajo la “hipótesis de mercado eficiente” —que los mercados se autorregulan mejor que gobiernos—. Al fallar, transfieren riqueza de pobres a ricos vía rescates, acelerando desigualdad. El gobierno, endeudado permanentemente con bancos privados, carece de soberanía económica: políticos representan a elites que dictan inversiones, manteniendo control sobre empleo y pobreza. Cada libra de dinero genera una de deuda “sagrada” de pobres a ricos, erosionando estándares de vida y fomentando corrupción, ya que el sistema premia burbujas sobre innovación.Crisis y Mecanismos de ControlUn “bank run” digital ocurre cuando se retira depósitos masivos, no reduciendo oferta sino exponiendo iliquidez; internacionalmente, implica fugas de capital a otras monedas. El colapso de 2008 reveló que bancos, al crear dinero vía especulación, no generan crecimiento real: rescates aumentaron deuda total sin resolver insolventes. Derivados, inicialmente para hedging (cobertura de riesgos), mutaron en apuestas puras, desestabilizando todo. El documental critica la derogación de regulaciones como Glass-Steagall (separando banca comercial e inversión), permitiendo que depósitos “seguros” financien apuestas.Gobiernos y bancos centrales son impotentes ante carteles privados: el dinero fluye a prioridades bancarias, no públicas, perpetuando un capitalismo crónico donde socialismo, fascismo o corporativismo —no el libre comercio puro— arruinan economías vía planificación central y deuda. Figuras como Keynes o Krugman son citadas para ilustrar falacias, mientras Einstein advierte contra ideologías que subyugan.Soluciones y Alternativas PropuestasPara reformar, se sugiere nacionalizar bancos o separar cuentas seguras (depósitos) de de riesgo (inversiones), evitando rescates con dinero público. Limitar creación monetaria a inversiones productivas —como energías renovables para respaldar divisas— eliminaría inflación al igualar oferta a output económico. Otras ideas: volver a estándares pre-1964 (plata o trueque), promover uniones de crédito como “bancos del pueblo” donde miembros controlan préstamos basados en ahorros reales, o sistemas peer-to-peer que eviten monopolios bancarios.Se cuestiona Bitcoin como posible manipulación vía quantitative easing, y se aboga por banca persona-a-persona, donde prestatarios indiquen usos de fondos. El documental insta a no consultar bancos para reformas —son los culpables—, comparándolos a constructores defectuosos. Enfatiza autodesarrollo, gobierno limitado y protección de libertades sobre seguridad, promoviendo economías basadas en recursos (inspirado en Jacque Fresco) para acabar con la “esclavitud” de la deuda. Concluye que la conciencia permite evitar crisis futuras, dejando la acción al espectador.
Informe: “95% Endeudado” – Un Documental Virtual sobre el Sistema Monetario EspañolImagina un documental titulado 95% Endeudado, dirigido por un hipotético economista español en 2015, inspirado en 97% Owned. Con una narración en off grave y entrevistas a expertos como Joseph Stiglitz, economistas del Banco de España y activistas de movimientos como 15-M, el filme desentraña el sistema financiero de España dentro de la eurozona. Presenta datos del Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España, revelando que el 95% del dinero en circulación es digital, generado como deuda por bancos privados, lo que alimenta desigualdades y crisis cíclicas. La voz en off pregunta: ¿Quién controla el euro en tu bolsillo? ¿Por qué la deuda pública española supera el 110% del PIB mientras los bancos privados acumulan beneficios? Advierte que este modelo, heredado de la integración europea, perpetúa una “esclavitud financiera” que prioriza la especulación sobre el empleo y la sostenibilidad.Origen y Mecanismos de Creación del DineroEn España, el dinero surge de la deuda, no de la producción real. Los bancos comerciales, como BBVA o Santander, crean la mayor parte de la oferta monetaria al conceder préstamos: al aprobar un crédito hipotecario, registran un depósito virtual en la cuenta del cliente, expandiendo el dinero “ex nihilo” sin necesidad de reservas previas en efectivo. Este mecanismo, endógeno a la demanda de crédito, implica que cada euro circulante genera un euro de deuda con intereses, capturando el seigniorage digital —ganancias por emisión sin costo— para entidades privadas. En 1999, con la adopción del euro, el dinero físico (billetes y monedas) representaba el 10% del total; hoy, es menos del 5%, mientras los bancos han inyectado billones en la economía durante la misma década que el BCE produjo solo una fracción vía base monetaria.Los bancos no median neutralmente entre ahorradores y prestatarios, sino que actúan como creadores: extienden crédito comprando activos como bonos del Tesoro español, incrementando simultáneamente sus balances y los depósitos ajenos, lo que inunda el sistema de liquidez especulativa. El ahorro excesivo contrae esta oferta, desencadenando recesiones, ya que el dinero solo persiste mientras se acumula deuda. El seigniorage tradicional, donde el Estado emite billetes por céntimos y los valora al nominal, se diluye en el modelo digital, permitiendo a bancos privados monopolizar beneficios ilimitados sin contribución fiscal.Rol de los Bancos Centrales y ReservasEl Banco de España, como banco central nacional, suministra reservas electrónicas —equivalentes digitales al euro físico— a los bancos comerciales para liquidar transacciones interbancarias. Estas reservas se generan de la nada: un banco emite un bono soberano al BCE, que acredita la cuenta correspondiente en el Eurosistema. Antes de 2008, los bancos se prestaban reservas con intereses en el mercado interbancario; post-crisis, el quantitative easing del BCE las distribuye gratuitamente, habilitando expansiones crediticias sin frenos. Estas reservas son “dinero base” para operaciones internas, pero el sistema se paraliza si un banco las agota, como ocurrió en 2008 cuando los pagos se congelaron en España.El control monetario recae en el BCE, que ajusta reservas para modular la oferta agregada, pero los bancos privados dirigen la distribución: favorecen préstamos a promotores inmobiliarios sobre PYMES, inflando burbujas sectoriales y disparando precios de viviendas, lo que multiplica deudas y comisiones para ellos. El Banco de España implementa estas políticas, supervisando solvencia pero sin veto a la creación crediticia privada.Contexto Histórico y Transición al FiatTras la dictadura franquista, España se integró tardíamente al sistema de Bretton Woods en 1958, adhiriéndose al FMI y adoptando reglas de tipos de cambio fijos respaldados en oro-dólares, con supervisión del FMI y Banco Mundial para estabilizar economías emergentes. Sin embargo, la crisis del petróleo de 1973 y la inflación llevaron a Nixon a suspender la convertibilidad en 1971, colapsando el patrón oro global. España transitó al fiat en los 80, con el euro en 1999 anclando su valor a la confianza colectiva, no a commodities, facilitando devaluaciones internas vía inflación para corregir déficits comerciales —vender reservas y abaratar exportaciones para reactivar demanda—.Esta volatilidad fomenta “guerras monetarias” en la eurozona: países como Alemania presionan por austeridad mientras periféricos como España sufren rigidez cambiaria. En economías en desarrollo, incluida la España pre-euro, la deuda externa del FMI impone recortes presupuestarios y exportaciones forzadas para amortizar, erosionando industrias locales y atrayendo multinacionales extractivas. Reduce incentivos fiscales para firmas foráneas, repatriando utilidades sin impacto doméstico positivo.Fallos Sistémicos: Inflación, Burbujas y DesigualdadEl crecimiento español requiere deuda perpetua, pero el sistema privilegia la especulación sobre la inversión productiva. La inflación emerge cuando la oferta monetaria supera el PIB real —exceso de euros por pocos bienes—, erosionando poder adquisitivo. Índices como el IPC español subestiman esto al omitir alquileres y hipotecas, mientras el IRPH capta mejor pero se ignora. Los préstamos bancarios hinchan activos “seguros” como inmuebles (colaterales accesibles) frente a ventures riesgosos, gestando burbujas: la española de 1997-2007 multiplicó precios un 200%, con bancos creando 1,5 billones en hipotecas.Las crisis de 2008 se orquestan: bancos apostaron en derivados inmobiliarios (de 600.000 millones en CDS españoles), bajo la falacia de mercados eficientes que se autorregulan. Al implosionar, rescates transfieren cargas de clases bajas a elites vía QE, amplificando desigualdad —el 50% más pobre posee solo el 6% de la riqueza neta, versus 43% del 5% rico—. El gobierno, endeudado crónicamente con privados, pierde autonomía: políticos sirven a lobbies que dictan flujos, perpetuando desempleo juvenil al 25% y corrupción, ya que el modelo premia burbujas sobre innovación verde.Crisis y Mecanismos de ControlUn “corrida bancaria” digital en España implica retiros masivos de depósitos, no contrayendo oferta sino revelando iliquidez; a escala europea, fugas a divisas fuertes como el franco suizo. El estallido de 2008 expuso que la creación vía especulación no genera valor: rescates elevaron deuda pública del 36% al 120% del PIB sin sanear insolventes. Derivados, nacidos para coberturas, devinieron apuestas, desestabilizando; la derogación de directivas como Basilea II permitió usar depósitos “protegidos” para gambling.Gobiernos y el BCE son cautivos de carteles privados: flujos priorizan agendas bancarias, no sociales, en un capitalismo clientelar donde euroescepticismo, no libre comercio, arruina vía centralización y rigidez. Expertos como Piketty ilustran mitos, mientras figuras como Soros alertan contra ideologías extractivas.Soluciones y Alternativas PropuestasReformas incluyen eurobonos o separar banca retail (depósitos) de investment (riesgos), evitando bailouts públicos. Restringir creación a fines productivos —renovables para respaldar el euro— neutralizaría inflación alineando oferta a output. Opciones: retomar peseta pre-1999 (plata o barter), fomentar cooperativas como Cajas Rurales donde socios controlan créditos desde ahorros reales, o plataformas P2P que desmonopolizan. Cuestiona criptos como euro digital manipulado por QE, abogando por finanzas comunitarias donde deudores especifiquen destinos. Insta a ignorar bancos para cambios —son arquitectos del desastre—, equiparándolos a pirómanos bomberos. Enfatiza empoderamiento local, Estado mínimo y salvaguarda de libertades sobre welfare, hacia economías resource-based (inspirado en The Venus Project) para romper la “cadena de la deuda”. Cierra urgiendo conciencia para prevenir colapsos, empoderando al público.Comparación entre 97% Owned (Reino Unido) y 95% Endeudado (España Virtual)Ambos documentales exponen un sistema monetario dominado por bancos privados que crean dinero como deuda (97% en UK, 95% en España), generando ciclos de burbujas y desigualdad, con seigniorage capturado por elites. Similitudes clave: mecanismos de creación ex nihilo vía préstamos, rol subsidiario de bancos centrales (BoE en UK, BCE/Banco de España en eurozona) suministrando reservas para expansiones especulativas, y transiciones post-Bretton Woods al fiat que facilitan devaluaciones y guerras cambiarias. Las crisis de 2008 se retratan idénticamente como transferencias de riqueza vía rescates, con derivados desregulados (Glass-Steagall en UK, Basilea en UE) y subestimación de inflación en índices oficiales, exacerbando desigualdades —UK con Gini de 0.35, España 0.34, pero España peor en riqueza (6% para el 50% pobre vs. 9% en UK)—.Diferencias radican en soberanía: UK retiene control nacional vía BoE, permitiendo QE flexible y libra esterlina para devaluaciones independientes (post-Brexit amplió esto), mientras España, atada al BCE desde 1999, sufre rigidez eurozona —austeridad impuesta por Alemania sin tipos de cambio propios—, agravando su burbuja inmobiliaria (200% subida precios vs. 100% en UK) y desempleo (26% pico vs. 8% en UK). Históricamente, UK fue fundador de Bretton Woods; España entró tarde (1958), heredando deudas transicionales. Soluciones divergen: UK enfatiza nacionalización bancaria; España, eurobonos o salida euro para recuperar autonomía, reflejando tensiones periféricas vs. núcleo. En esencia, ambos critican un capitalismo deudor, pero el español resalta vulnerabilidades supranacionales, haciendo el “virtual” más trágico por la pérdida de agencia monetaria.