BOSWELL: Cuando no hacemos nada, nos aburrimos.
Apología del ocio de Robert Louis Stevenson
JOHNSON: Eso sucede, señor, porque como los demás están ocupados, nos falta la compañía; si ninguno hiciera nada, no nos aburriríamos; nos divertiríamos los unos a los otros.
En esos tiempos en que todos estamos obligados bajo pena de lesa respetabilidad a entrar en alguna profesión lucrativa y a trabajar en ella con entusiasmo, un grito del partido opuesto, el de los que se contentan con tener lo suficiente, con mirar a su alrededor y gozar mientras tanto, puede sonar un poco a bravata o fanfarronería. Sin embargo no debería ser así.