El acoso escolar o laboral son fenómenos mucho más comunes de lo que pudiera pensarse. Si has sido alguna vez testigo o víctima de este tipo de comportamientos, o has participado de alguna manera en ellos, la OCU te agradece que colabores con ellos contestando a una sencilla encuesta. Tu experiencia puede ser de gran ayuda.
Antes de contestar el cuestionario, es preciso considerar qué se entiende por acoso:
El acoso es un comportamiento dañino intencionado y continuo. La persona acosada se siente vulnerable y tiene dificultades para defenderse. Como ejemplos, se pueden citar los siguientes:
– violencia física: puñetazos, golpes, patadas, empujones, etc.
– agresiones/abusos sexuales
– persecución (por teléfono, correo electrónico, etc.)
– robo, ocultación o destrucción de pertenencias personales
– difusión de rumores malintencionados sobre una persona
– burlas y/o amenazas malintencionadas a una persona
– “castigo” sistemático mediante la asignación de una carga de trabajo u horario laboral excesivo (o incrementado)
– mantener a una persona alejada de un “grupo”
– ciberacoso (difusión de información privada en Internet, amenazas u ofensas a través del correo electrónico/redes sociales, etc.)